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Tezcatlipoca "El espejo humeante"

  • Foto del escritor: Alexa
    Alexa
  • 23 ene 2020
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 30 ene 2020

Tezcatlipoca (espejo que humea o espejo resplandeciente) es un dios dual que sabe mudar su forma a la más insólitas criaturas, podían encontrarle como tigre o coyote y es el más ilustre de los nigromantes en la mitología mexicana. Se le representa joven para significar que jamás envejecía; representaba lo positivo y lo negativo, su carácter es conflictivo y complejo. También se le conoce como el nigromántico (pero esa es otra historia).

En su lado positivo era el primogénito de la pareja creadora, Ometecuhtli y Omecíhuatl, también llamados Tonacatecuhtli y Tonacacíhuatl, Señores de nuestra carne. Los primeros cuatro hijos eran cuatro aspectos del dios: 1) Tezcatlipoca negro, el verdadero Tezcatlipoca, 2) Tezcatlipoca rojo o Xipe Tótec, 3) Tezcatlipoca azulo Huitzilopochtli y 4) Tezcatlipoca blanco o Quetzalcóatl.

Caído del sol al agua, desciende en una cuerda infinita y trenzada hecha de telarañas para después transformarse en un tigre y devorar a los gigantes que poblaban la tierra ; de acuerdo a su destino, usurpa el sitio de Quetzalcoatl después de aterrorizar a sus discípulos y echa a la serpiente emplumada.

"En la historia de los Cuatro Soles o mundos, Tezcatlipoca regía el primero, 4-Océlotl o Tigre, cuando vivían los gigantes. Pero unos jaguares devoraban a los gigantes y así terminó este sol. Quetzalcóatl presidía el siguiente sol, 4-Ehécatl, que fue destruido por vientos huracanados. Tezcatlipoca y Quetzalcóatl, entonces, tenían aspectos de creadores y colaboradores desde los Cuatro Soles. Aunque no siempre eran amigos, en algunas ocasiones, sin embargo, trabajaban juntos." (Heyden, D.)

Posee un don temible, la ubicuidad; sabía todos los pensamientos de los hombres e intuía sus sentimientos; solía volverse invisible y andar por cielo, tierra e infierno. Para muchos era el Señor de todas las cosas, el creador de los cielos y la tierra. Retribuía a quienes le adoraban y castigaba a quienes lo omitían con enfermedades como la lepra, la gota, la sarna y la hidropesía.

Solía bajar del cielo, por ello durante las encrucijadas se acostumbraba disponer asientos de piedra para su descanso.

Su estatua era inmensa y espeluznante, hecha de piedra negra y lustrada, vestida con ostentosas prendas y decorada con oro y piedras preciosas. En otra representación su figura se recorta contra una cortina escarlata labrada con calaveras y canillas de muertos; tenía el cuerpo teñido en sangre y la cabeza coronada de plumas de codornices. Una de sus manos sostiene un dardo con intenciones de arrojarlo.

Se cuenta que un día se arrojó al cráter del volcán de la Sierra Nevada y desde ahí envió a sus sacerdotes el hueso de su muslo para que lo adoraran en el tempo.

Cubría casi todos los aspectos de la divinidad según los nombres que se le atribuían. De acuerdo a su aspecto oscuro era el hechicero, el brujo, asociado con la noche y el jaguar.

En el Libro V de Sahagún (1969) refieren al dios como el fantasma, y quien lo vio de noche "había de ser muerto en la guerra, o cautivo". Para contrarrestar esto se demandaba al fantasma que le diera espinas de maguey, que son señas de fortaleza y valentía, y así el hombre debía de cautivar en la guerra tantos cautivos cuantas espinas le diese.

Posee también otros nombres; de hecho, se mencionan más de 360 maneras de dirigirse a él: Yoalliehecatl (viento de la noche), Titlacahuan (somos tus siervos y esclavos), Moyocoyatzín (el que hace cuanto quiere), Yaótl o Yaotzin (enemigo), Necoc Yáotl (sembrador de discordias de ambas partes), Moyocoani (el que se crea sí mismo), Teyocoyani (el creador de gente), Teimatini (el sabio, el que entiende a la gente), Monantzin o Motatzin (su madre, su padre), Monenequi (el arbitrario, el que pretende), Telpochtli (el joven), Ome acatl (Dos caña, su nombre calendárico, se concibe como otro dios, Omácatl, el de tules, el patrón de los banquetes).

Tezcatlipoca, el dios dual, gobernante del destino de los hombres, omnipresente, colaborador en la recreación del mundo y único dios en Tezcoco, deja huella en el blog de Cultura Mexicana.

Si quieres conocer más sobre Tezcatlipoca te dejo el link con un artículo maravilloso que me permitió darte a conocer este texto: http://www.historicas.unam.mx/publicaciones/revistas/nahuatl/pdf/ecn19/304.pdf



1 Comment


jerrypaczkad
Jan 24, 2020

Wow, me encanta conocer tantos datos sobre los dioses antiguos!

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