Los funestos doce señores de Xibalbá. (Historias mayas quiché)

En la subterránea región de Xibalbá, residen los enemigos de los hombres. No existen en los inframundos mexicanos tantos demonios especializados en menesteres abominables como los doce señores que infestan Xibalbá.

Según el Popol Vuh (el libro sagrado de los mayas) estos son sus nombres y sus funestas obligaciones: Hay dos jefes supremos Hun- Camé y Vucub- Camé, divinidades de la enfermedad y la muerte que se encargan de asignar sus atribuciones a los otros diez.

Xiquiripat y Cuchumaquic causan hemorragias a los humanos. Ahalpuh y Ahalganá tiñen de amarillo los rostros de las personas, las extremidades se les hinchan y la pus brota de las piernas.

Chamiabac y Chamaholom vagan por Xibalbá portando largas varas hechas de huesos buscando consumir a los humanos hasta volverlos esqueletos. Quienes aguardan fuera de las casas son Ahalmez y Ahaltocob; se dedican a torturar y asesinar.

Por los caminos se pueden encontrar a Xic y Patán a quienes corresponde ejecutar provocando que la sangre sea expulsada por la boca de quienes pasan, ellos oprimen con brutalidad la garganta y el pecho.

Hunahpú e Ixbalanqué después serán aquellos que pongan fin a las atrocidades de los señores. Al final, estos dioses condenarán a los demonios a padecer un despreciable destino:

Sólo los hijos de las malezas y el desierto hablarán con vosotros...Los pecadores, los malos, los desventurados, los que se entregan al vicio, esos son los que acogerán.

Referencia: Peniche R. (2013) Mitología mexicana. Panorama: México.

ISBN: 968-38-0182-X